La directora de fotografía Ari Wegner y la directora Jane Campion en el set de El poder del perro miran juntas a través de un visor para encuadrar una escena.

JANE CAMPION HABLA DEL PODER DEL ARTE

La directora reflexiona sobre sus colaboradores detrás de cámara que le ayudaron a materializar su visión de El poder del perro.

Fotografías de encabezamiento de Grant Matthews
21 de enero de 202212 MINS

En gran medida, el poder de El poder del perro se debe a la mente visionaria de la ilustre cineasta Jane Campion. Desde el momento en que leyó la novela de Thomas Savage de 1967 acerca de un ganadero carismático, Jane Campion supo que quería llevar a la pantalla la compleja historia de amor, obsesión y asesinato en la frontera de Montana de los años veinte. Campion reunió a un cuarteto de estelarísimas figuras para el proyecto: Benedict Cumberbatch en el papel del volátil hacendado Phil Burbank; Jesse Plemons como su sumiso hermano George, y Kirsten Dunst para encarnar a la madre viuda del delgado y distante Peter, interpretado por Kodi Smit-McPhee. La directora se sintió profundamente conmovida por la historia y de inmediato percibió su extraordinario potencial cinematográfico. «El desafío, así como la libertad, de dirigir radica en abrirte a lo que sea que se preste el proyecto para que le aportes todo tu discernimiento, toda tu mente y todos tus sueños», explica Campion.

La película requería de un equipo igualmente entregado y talentoso que hiciera realidad las ambiciones de la directora en cuanto a la adaptación, cuya contundencia artística ha sido aclamada sin excepciones. «La dirección cinematográfica estriba por completo en la confianza que depositas en las relaciones que forjas —afirma Campion—. Es un formidable ejercicio de confiar en lugar de dudar; rendirte ante la inspiración, no ante el miedo». De la mano de la ganadora del León de Plata hay un destacado equipo de expertos técnicos y artistas. A continuación, Campion describe los aportes del equipo a El poder del perro.

A handwritten note from Jane Campion on a lined piece of paper in black ink.

Campion habla de la cinematografía

Ari Wegner (dirección de fotografía)

Jane Campion: Ari Wegner es una estrella. Es genuina, constante, inteligente, poética y se esfuerza como nadie. Todas las mañanas, corre una hora antes de empezar a trabajar. Es amable por naturaleza, nunca pierde la concentración y conserva siempre el sentido del humor. Es como un ángel que guía y se compenetra profundamente con la energía del actor. Al igual que a mí, le gusta prepararse con mucha antelación. Las dos sabemos qué podemos aportarle al proyecto, y damos mucho más si tenemos tiempo suficiente para profundizar y encontrar juntas el lenguaje fotográfico adecuado para la historia: tan sencillo, elegante, íntimo y directo como sea posible. Para Ari y para mí, la historia es nuestra guía y nuestra fortaleza. No hay lugar para florituras visuales ostentosas. El instinto de Ari en relación con la historia y el desarrollo de los personajes es como el de una guionista. Nunca cesa de buscar la mejor manera de dar a conocer al personaje y la historia. Pasamos tanto tiempo juntas planificando que sentimos como si nuestros cerebros se hubieran conectado. Nos preocupaba todo lo que no podíamos controlar: condiciones climáticas extremas, con vientos tan fuertes que teníamos que refugiarnos en alguna parte; el río que se secaba; el río que se desbordaba; hierba que no se veía tan rubia como queríamos; lluvia que nos sorprendía sin nada con que cubrirnos, y lo único que no podíamos habernos ni imaginado: la pandemia de COVID-19.

Kodi Smit-McPhee, en el papel de Peter, de pie delante de una fuente sobre el impresionante fondo de una cadena de montañas y dos árboles solitarios en el campo enfrente de los picos.

Kodi Smit-McPhee

No nos interesaba la belleza per se; buscábamos la belleza narrativa.

Queríamos que la cámara se sintiera muy paciente. Cuando se mantiene una imagen, tienes tiempo de examinarla a fondo y captar toda la información. Además, cuando tienes una cámara casi inmóvil, cada vez que la mueves, la escena se vuelve memorable.
Ari Wegner

Campion habla del diseño de producción

Grant Major (diseño de producción), Amber Richards (decoración del set)

JC: Grant puede llevar a cabo proyectos enormes como, por ejemplo, diseñar la elegante casa decimonónica de tres pisos y dieciséis habitaciones que había construido el matrimonio Burbank cuando se mudó al Oeste para dedicarse a la ganadería. Normalmente, para construir una casa como esa, se necesitarían al menos dos años, pero el equipo de Grant consiguió hacerlo en pocos meses, en un apartado lugar de Nueva Zelandia y sometido a terribles vientos huracanados todos los días. Francamente, pensé que no lo lograrían, pero lo hicieron, y entonces pensé que no podrían envejecerla a tiempo, pero lo consiguieron. Grant es un buen compañero creativo en calidad de jefe de su equipo y lidera siempre con el ejemplo. Todos los días, llega a trabajar a las siete de la mañana y nunca se va antes de las siete de la tarde. 

De igual forma, puede usar su talento de diseñador para resolver los desafíos que plantean tareas de menor alcance. El personaje de Peter llevaba un diario, una suerte de catálogo de ideas sobre cómo escapar de un triste pueblo sin oportunidades. Los diseñadores evitaban el proyecto por lo difícil que resultaría crear un diario que nos gustara a todos. Finalmente, Grant lo asumió, y su faceta femenina y detallista nos deslumbró: las ilustraciones que encontró, al igual que los trozos de encaje y los demás toques que le dio al diario fueron tan ingeniosos que resultó decorativo, fenomenal. Fue algo perfecto, inspirador. 

Otro ejemplo de la capacidad que tiene Grant para formar un verdadero equipo con la dirección a pesar de todas las dificultades fue cuando, en un principio, Rose iba a dibujar un corazón en una ventana, pero entonces cambié el escenario y, como resultado, estaría sentada, lo cual imposibilitaría el dibujo. Seguramente se lo comenté a Grant, porque a los pocos días se presentó con una bandeja elegantemente dispuesta para el té, derramó el azúcar de la azucarera sobre la bandeja ¡y dibujó un corazón! Gracias a Grant, eso fue lo que usamos.

Grant y yo comenzamos a trabajar en la industria cinematográfica al mismo tiempo. Un ángel en mi mesa fue su primer trabajo como diseñador y mi segundo como directora. Pasó a formar parte de los grandes constructores de su generación a escala mundial gracias al inspirador e imaginativo trabajo que hizo con Peter Jackson en El señor de los anillos; es un astro clásico del diseño, capaz de lograr tanto obras de gran envergadura como objetos de carácter más íntimo.

Phil Burbank (Benedict Cumberbatch) camina por la calle de un pueblo de Montana de los años veinte formando una hilera con sus trabajadores. Tres edificios solitarios, un silo para cereales y un molino de viento destacan al fondo de un terreno lúgubre, pardo y vacío.

Benedict Cumberbatch y trabajadores de la hacienda

Fue con mucho cariño y atención que creamos la atmósfera de estos espacios interiores. Aunque las imponentes habitaciones carecían en su mayor parte de mobiliario, calidez y afecto, y pese al vacío físico y emocional, conservaban una suerte de formalidad socavada que reflejaba la suntuosidad de la propiedad yuxtapuesta con la aversión de Phil hacia semejante ostentación. —Grant Major

Campion habla del diseño de vestuario

Kirsty Cameron (diseño de vestuario)

JC: Kirsty aborda el diseño de vestuario como lo haría una artista. Empieza por empaparse del tejido de la historia, escarbando la temática, las señales y motivaciones soterradas de los personajes porque todo lo que lleven puesto debe responder íntegramente a las necesidades de dos patrones: la historia y los personajes, siempre. Ella busca que la mano de la diseñadora de vestuario nunca se evidencie en la película. Quiere que la compleja curiosidad de qué lleva puesto cada quien y por qué lo lleva puesto forme parte del misterio de los personajes que tanto disfrutamos en una historia, parte de la narración y del deleite, ¡por supuesto!

Contamos con una enorme cantidad de información visual acerca de los vaqueros de los años veinte gracias a la ayuda de dos investigadores brillantes, que descubrieron maravillosas imágenes en blanco y negro de vaqueros en camisetas a rayas que nos encantaron a Kirsty y a mí. También nos encantaron las prendas de lana y las chaparreras de verano que les daban a los hombres un fantástico aspecto de sátiros: mitad hombre, mitad animal. En la novela, Phil Burbank ridiculiza la moda del vaquero de película al que sus propios vaqueros intentaban imitar a costa de todo su dinero. Por ello, Kirsty tenía que encontrar la forma de darle a Phil un aspecto de macho alfa, pero respetando su excéntrica elección de overoles, que podría darle a uno una apariencia infantil.

Kirsty montó un taller de primer nivel con lo mejor de Nueva Zelandia, en el que experimentaban continuamente tiñendo, ensuciando y envejeciendo prendas de cuero de todo tipo y —por supuesto— confeccionando el vestuario. Kirsty cubría con sus inspiraciones las paredes de la sala de diseño, que renovaba a menudo. Muchas veces, terminaba el día pensando en el vestuario de distintos personajes y conversando sobre la gama de colores y sobre cómo tendría a su cargo casi todo el color de la película.

Trabajadores de la hacienda de la familia Burbank de El poder del perro de pie se ríen delante de una cadena de montañas a lo lejos.

Trabajadores de la hacienda de Burbank

Kirsty Griffin

Aspiro a crear trajes que encajen en el proyecto como un todo. [Vestuario] que se integre y se arraigue en el personaje, que no acapare la atención, sino que calladamente profundice la historia conectándose con el subtexto y reforzándolo; que apoye la emotividad de los personajes y la película; vestuario que los actores puedan incorporar y adoptar como propio. —Kirsty Cameron

Campion habla del sonido

Robert Mackenzie (supervisión de edición y diseño de sonido, mezcla de regrabación), Tara Webb (mezcla de regrabación, edición de efectos de sonido), Richard Flynn (mezcla de sonido de producción) 

JC: Robert Mackenzie estuvo a cargo de la supervisión de edición y diseño de sonido, así como de la mezcla en El poder del perro. Rob tiene experiencia como músico y una enorme capacidad para inventar nuevas formas de diseñar sonidos que eleven los objetivos más sutiles de la narración. En el set contamos con el gran Richard Flynn y su equipo, que captaban cada secuencia de diálogo y se esforzaban para que todo fuera siempre utilizable, lo cual resultó crucial porque muchas veces recurrimos al sonido de distintas tomas. 

Al principio, todos hablábamos y nos imaginábamos que los ambientes serían fundamentales para la historia, pero como preveíamos que la música de Jonny (Greenwood) también aportaría un elemento muy importante, sabíamos que tendríamos que darle espacio para que se desarrollara y alcanzara su esplendor. El equipo nos dio una pista guía aproximada pero muy sólida de todos los sonidos, incluida la música, pero era necesario depurar el diálogo y recrear los efectos de sonido, y fuimos añadiendo nuevas ideas como, por ejemplo, los detalles de las espuelas y las botas de Phil, de manera que Rose y Peter supieran en todo momento dónde estaba el ganadero y sintieran «ese escalofrío». Rob y yo concluimos que, si seleccionábamos lo importante, le permitiríamos al público vivir la película con mayor concentración y contribuiríamos a crear tensión. 

Algo que pasa cuando se dispone de tantos sonidos emocionantes y dinámicos es que, por un momento, resulta fácil agregar demasiado, pero al ceñirnos estrictamente a la guía, pudimos deshacernos de lo superfluo y reencaminarnos para incorporar las ideas nuevas y efectivas. Rob tiene un oído excelente y una gran inteligencia. Su equipo crea paisajes sonoros experimentales que, al final, dan resultado y pueden variarse y regularse para fortalecer la historia hasta el último sonido.

Con suma delicadeza, Leah Katz guardó casi todos nuestros diálogos y, cuando fue necesario, se esforzó en microsegmentar cada trozo de registro automático de diálogos: una palabra de aquí, media palabra de allá. Dave Whitehead, que también trabajó en Duna, encabezó a nuestro equipo de Efectos de Sonido y, con su genial practicidad, participó en la mezcla haciendo sugerencias y creando efectos pequeños y grandes que centraron la atención en momentos específicos de la película. La mezcla es un momento muy tenso para cada cineasta porque, en su intento por mejorar la película, podría saturarla y hacerle perder significado. Eso nunca fue una opción (con mi equipo) y, en particular, me parece que Rob trabajó con Graeme Stewart, el ingeniero de Jonny, para integrar cada bloque musical de Jonny Greenwood a la textura de nuestro mundo, de modo que la música se sintiera como una parte de la historia.

Fotograma de El poder del perro que muestra muy de cerca a Peter Gordon (Kodi Smit-McPhee) pasando el pulgar por los dientes de su peine, lo cual emite un sonido distintivo, casi agobiante. Representa un tic nervioso del personaje y constituye un ejemplo impresionante del diseño de sonido de la película.

Kodi Smit-McPhee

El desafío al que se enfrentaba el equipo de Sonido era no depender de temas convencionales, sino explorar nuevas formas de crear tensión y mantener al público al borde del asiento. El objetivo era centrarse en el contraste de los sonidos íntimos y la vasta amplitud del paisaje de Montana. Nos complace inmensamente el resultado. —Robert Mackenzie

Campion habla de la edición

Peter Sciberras (edición)

Ocho fotogramas de El poder del perro dispuestos en una cuadrícula que permite apreciar la secuencia de una escena de Rose Gordon (Kirsten Dunst) y Phil Burbank (Benedict Cumberbatch) en la que Rose practica una melodía en el piano con muy mal resultado mientras Phil toma su banyo e interpreta la misma melodía mucho mejor en un arranque infantil de competencia.

Kirsten Dunst y Benedict Cumberbatch

JC: Soy una directora a quien le gusta estar en la sala con el editor todo el tiempo, y a Pete, también. Juntos compartimos y estudiamos la película, cada fragmento de material; estudiamos cómo funcionaba y lo que le hacía falta. Además, eso me permitió entender exactamente por qué Peter es tan bueno en lo que hace; es intuitivo y analítico en igual medida. Tiene una capacidad resolutiva increíble y es un aliado inquebrantable. Sabe cómo y cuándo dejarme avanzar cuando está editando una escena, con el clásico: «Dejemos esto hasta aquí», y aplica toda su inteligencia para poner la película en pie e, incluso, hasta para atarle los cordones de los zapatos.

Cada película es distinta, y con esta tuvimos varios desafíos complicados. El primero fue el corte de edición, que era muy apretado y se excedió en una hora y quince minutos. Nos pareció que lo mejor sería que la película durara unas dos horas, pero eso suponía excluir muchas escenas de personajes menores y reducir un poco otras escenas para conseguir que la película fluyera. Pero nuestro mayor desafío fueron los primeros quince minutos, hacer que la película arrancara. Probamos muchísimas versiones, pero fue Pete quien resolvió el acertijo cambiando la parte del ganado cubierto de polvo por la que usamos ahora. Extraordinaria paciencia, inteligencia, buen criterio cinematográfico y determinación hasta el final: así es Pete. Sí, conoce todos los truquitos de la edición de sonido: microcortes, así como lo que pueden ofrecer las muchas herramientas digitales de corrección, pero se puede decir que su mayor talento es su inagotable amabilidad y sentido del humor. Siempre estaba deseando ir a la sala de edición y empezar a reírme.

Some straws of grass covered in red gooey blood.

Nos propusimos contar una historia poderosa y sorprendente, y eso conlleva ritmos únicos y giros imprevistos. Hay lugar para mucha especulación por parte del público respecto a tantas cosas que callan los personajes, por lo cual era esencial que, durante la edición, le diéramos a la audiencia justo el tiempo suficiente para pensar en las diferentes posibilidades. —Peter Sciberras

Campion habla de la banda sonora

Jonny Greenwood (compositor)

JC: Jonny Greenwood, nuestro compositor, es un prodigio.

Así de simple. Para mí, es tan extraordinario contar con un compositor que piense en los personajes, que piense en la historia, que la vea y la oiga exactamente igual que yo. En realidad, los resultados hablan por sí mismos. Es decir, cuando uno escucha la película mezclada, la música se integra de manera poderosa y le aporta un carácter épico. Te transporta a un lugar que no esperabas, incluso a mí. Hace poco volví a escucharla por primera vez desde que la mezclamos, y sentí una energía muy definida.

He trabajado con muchos compositores distintos y los considero a todos brillantes, pero (Jonny) trasciende el canon de la música clásica y reutiliza instrumentos de un modo que no conocíamos. Emocionalmente, nos resulta abrumador porque no sabemos reaccionar. No la habíamos escuchado antes. En general, cuando escucho piezas clásicas como parte de una banda sonora, reacciono con cierto cinismo porque pareciera que no pueden evitar los clichés comunes de usar las cuerdas para suscitar emociones y cosas por el estilo. Y detesto que me manipulen así... No me hace efecto.

Kirsten Dunst wears a maroon dress and plays piano in a dark room.

Kirsten Dunst

Me siento afortunado de haber tenido la oportunidad de escribir y grabar esta banda sonora: Jane me recibió con una mentalidad abierta y confió en mí, sobre todo si consideramos que no teníamos hechas demos de muchas de las ideas. En muchos casos, las grabaciones finales fueron las grabaciones iniciales. —Jonny Greenwood