En Narcos: México, el actor revisita el país de su infancia con una nueva perspectiva.
“Mi personaje es un individuo muy complejo, una de las personas más complejas que haya abordado en mi vida, y alguien que pocos conocen”, dice Diego Luna, el actor que protagoniza el cautivante drama policial Narcos: México.
A lo largo de sus dos temporadas en la serie, Luna ofreció una interpretación magistral en el papel de Miguel Ángel Félix Gallardo (“Félix”), el despiadado cofundador y líder del cártel de Guadalajara. El verdadero narcotraficante tuvo un gran protagonismo en la década de los 80 en México, pero aún así siguió siendo una figura misteriosa en muchos sentidos. Esa ambigüedad fue un regalo, según Luna, ya que le brindó “algo de libertad y espacio para crear y jugar. En esa libertad habita un proyecto entre la ficción y la realidad”.
Durante gran parte de su carrera, la cual lleva más de dos décadas, el propio Luna ha alternado entre varios mundos, participando tanto en aclamadas películas de cine independiente como en producciones comerciales de gran presupuesto. El actor se dio a conocer en el 2001 tras ofrecer una gran interpretación enY tu mamá también, el clásico independiente nominado al Oscar y dirigido por Alfonso Cuarón, como un adolescente de la Ciudad de México que se asoma a la adultez en un viaje por carretera a través del país. Desde ese entonces, ha colaborado con cineastas tales como Julie Taymor (Frida), Steven Spielberg (La terminal), Gus Van Sant (Milk) y Barry Jenkins (Si la colonia hablara). También interpretó al héroe Cassian Andor en el éxito de taquilla Rogue One: una historia de Star Wars.
Mientras su fama iba en ascenso en Hollywood, el corazón de Luna seguía en México. Hace varios años, se mudó con su familia a la Ciudad de México y, en Narcos, encontró la oportunidad de ayudar a moldear una nueva visión de la tumultuosa historia reciente de su país.
Justino Águila: ¿Por qué decidiste asumir el papel del infame narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo?
Diego Luna: Decidí sumarme al proyecto porque tuve una conversación muy profunda con Eric Newman, que es el showrunner, productor ejecutivo y guionista de la serie. Hay que ser muy cuidadoso cuando se cuenta este tipo de historia. Es muy fácil caer en el sensacionalismo. Es muy fácil caer en la glorificación de ese mundo tan oscuro y violento. Para mí era muy importante que el proyecto hablara con un poco más de profundidad sobre la complejidad y la cantidad de personas involucradas en esa red de tráfico y corrupción que llega a todos los niveles. Hablando con Eric, me di cuenta de que habían hecho una investigación muy exhaustiva, lo que me tranquilizó mucho y me convenció de que lo estaba haciendo por las razones correctas. Eric quería hablar sobre cosas de las que no hablamos realmente en la actualidad.
Tuve la oportunidad de trabajar con un elenco fantástico, los mejores actores y actrices, a quienes admiro mucho. Es aquí en México donde decidí ser actor y siento que soy parte de esta comunidad. Lo que realmente me gusta de este proyecto es que tiene un alcance global y resalta el talento de este país. Ese talento se extiende más allá del elenco, e incluye a los camarógrafos, diseñadores y demás. Este fue un gran proyecto en el que la mayoría de los que participaron son mexicanos y para mí fue importante formar parte de él.
¿Tuviste alguna preocupación sobre protagonizar una historia centrada en los cárteles de drogas?
DL: Por lo general, estas historias se cuentan de una manera muy típica: los buenos y los malos, los policías que persiguen a los ladrones. Pero en este caso no fue así. Lo que me resultó interesante fue que sí, hablamos sobre estos personajes atrayentes como Félix, Rafael Caro Quintero o El Señor de los Cielos (o Amado Carrillo Fuentes), pero también hablamos sobre todo el sistema que los protege y los defiende. Es una red muy compleja que incluye a todas las estructuras de poder. Esta maquinaria no funcionaría si no fuera por la participación de la policía, los militares, los políticos y las compañías privadas. Hay un nivel de ignorancia terrible sobre lo que debe pasar para que la cocaína llegue a la gente, sobre la interconexión que existe. Es muy importante recordarle a la gente en Europa que algo tiene que pasar para que esa droga llegue allí. Hay muchas historias detrás de eso, decisiones conectadas con miles de personas del otro lado del océano y mucha violencia. Para mí es importante hacer énfasis en esas cosas y contar esas historias dentro de un foro mucho más grande. Implica una enorme responsabilidad.
¿Cómo describirías la manera en que abordaste el papel?
DL: Mi proceso es más teatral. Tuve que hacer muchas cosas y leer mucho antes de ir al set. Tuve la suerte de tener suficiente tiempo para entender el contexto antes del comienzo de la primera temporada. El mundo ha cambiado drásticamente: ¿cómo funcionaba una organización como la que construyó Félix en una época en la que mi país era diferente? También era importante entender la relación entre México y Estados Unidos. En este sentido, me interesaba conocer el panorama social de esa época, para comprender el momento en que vivimos actualmente. Vivo en este país, esta ciudad, que tienen que ver totalmente con ese pasado. Fue interesante visitar ese México de los años 80, el país en el que crecí, con una perspectiva muy distinta.
Para mí, contar historias en méxico es importante y contar historias sobre méxico es incluso más importante.
DIEGO LUNA
¿Hubo algo que te sorprendió sobre Miguel Ángel Félix Gallardo cuando investigaste sobre él?
DL: Es una persona con muchas facetas. Era reservado y entendía el valor de ser discreto en este mundo y no muchos entendieron eso. Otros buscaban atención y querían que la gente los conociera. Félix era todo lo opuesto.
¿Por qué ha sido importante para ti hacer de México tu lugar de residencia principal, además de crear proyectos desde allí?
DL: Este es el país que amo, donde nací. Es donde están las historias más importantes y donde viven las personas más importantes de mi vida. Siento que pertenezco aquí y eso es algo que no siento en ningún otro lugar. Me encanta viajar por mi trabajo. Pero cuando tengo que volver a un lugar que puedo llamar mi hogar, este es el lugar sin lugar a dudas. Este también es el lugar que me permite reflexionar sobre la importancia de los lugares y los espacios. Para mí, contar historias en México es importante y contar historias sobre México es incluso más importante.
¿Qué les respondes a los que dicen que hay demasiadas historias sobre el tráfico de drogas, y que estos proyectos corren el riesgo de hacer parecer muy atractivo ese mundo?
DL: No todos piensan así y eso es algo que aprecio. Para mí es importante enfatizarle a los que opinan de este modo que no debemos dejar de contar estas historias. Debemos seguir contándolas porque este tema es más relevante que nunca y está más presente que nunca. Ignorar estas historias o cerrar los ojos puede ser muy peligroso. La cuestión es cómo contarlas y cuál es el objetivo. No puedo defender todas las historias sobre tráfico de drogas, pero puedo defender esta serie y la postura que adoptamos y lo que intentamos lograr.
Pero México no se trata solo de esta historia y, como actor, director y productor, me dedico a encontrar diversidad y variedad en las historias. No podría pasar toda mi vida hablando sobre este tema, pero estoy orgulloso de haber podido contar la historia de Narcos: México. En este país hay muchísima diversidad. Hay muchos otros Méxicos y hay muchas otras historias esperando ser contadas.